martes, 31 de julio de 2018

RELATO: VIVIR POR MOLESTAR

Al parecer, por fin había hecho algo bien, aunque fuese al final. El día y la hora parecían ser perfectos. A las seis de la mañana de un miércoles que amanecía nublado. El lugar, sencillamente perfecto, un puente en las afueras que apenas se utilizaba ya como ruta secundaria de acceso al pueblo. Al llegar a mitad de camino entre los dos extremos del paso, se agarro a la barandilla y se asomo hacia abajo. Niebla. No podía verse el fondo. Genial,. Así las dudas se disipaban. La mañana era fría y pensó, en quitarse el anorak, así como las botas. En las películas siempre lo hacían y nunca le encontró sentido. Sin embargo, decidió hacerlo, sentir la tierra una ultima vez bajo sus pies antes de lanzarse al vació. Deposito su calzado con cuidado junto a la barandilla y paso al otro lado, agarrándose aun con firmeza, tratando de dejar la mente en blanco.

- ¡Vamos hombre, no me jodas!

La voz le asusto tanto que casi cae al abismo, pero logro agarrarse en el ultimo momento. Esto le pareció extraño. ¿No pretendía acabar con todo? Quizas aun no estaba preparado. Una vez pasado el susto, llego el enfado.

- ¡Pero estas loco! ¡Casi me matas , joder!

Una silueta se acerco a el mientras estallaba en una sonora carcajada que resonó por las paredes del acantilado provocando un estruendoso eco. Casi parecían graznidos de cuervos.

- ¿Lo estas diciendo en serio? Por que si es así reiré mas fuerte. ¿No era eso lo que querías? ¿Matarte? ¿Y ahora vas a culparme a mi? No me jodas...- En ese momento el hombre se hizo visible a través de la densa niebla. Era extraño, estaba seguro de que no había nadie,incluso aunque no le hubiera visto, debería haber escuchado algún sonido.

- Coño...si...pero...- Dudó mientras veía acercarse cada vez mas al chico.

No tendría mucho mas de treinta años, aunque su pelo era mas blanco que negro. Se acercaba con los ojos muy abiertos y una sonrisa de medio lado que asomaba justo por debajo de un descuidado bigote que hacia juego con una poblada perilla que ocupaba todo su mentón. Sin soltar su lata de red bull se acomodo las mangas de su guerrera verde oliva. Vestía también unos vaqueros desgastados, tal vez una talla mas grande de lo necesario y unas deportivas de marca indeterminada en un blanco y negro que parecían encajar con su camiseta gris, también demasiado holgada. La calavera que llevaba impresa esta ultima le pareció siniestra en un primer momento, luego dejo de prestarle atención.

- Seria estúpido por mi parte preguntarte que haces aquí, pero si tengo curiosidad ¿Tan jodido estas?.- Dijo mientras se apoyaba en la barandilla.

- Ehm...si...- Dijo el suicida, confundido.- Supongo que si.

- ¿Supones?, vas a lanzarte a...no se...50 metros o así y ¿solo supones? ¿No quieres hablar de ello?

- ¿Y a ti que cojones te importa? ¡Lárgate por donde has venido!

-  Pse...importar...no, no me importa una puta mierda, pero estaba aburrido y buscaba algo de diversión. ¿Tanta prisas tienes en tirarte o puedes esperar un rato y darme algo de charla?

- Bueno...podría...por cierto, me llamo Steve, perdona que no te de la mano.- dijo, sin abandonar su posición al borde del precipicio.

- Llámame Sam,es un diminutivo, y perdona que no te palmee el hombro.- Respondió sonriendo de forma socarrona. - Cuéntame tu historia.

- Veras, quizás te parezca una tontería, pero al final es la suma de muchas pequeñas cosas y ya no soy capaz de ver una maldita salida. Tengo 53 años y hace ocho meses que me han despedido por los jodidos recortes. He estado haciendo chapuzas para ir subsistiendo y apenas me daba para pagar los gastos. Llego a casa el lunes después de haber estado haciendo unas chapuzas en negro y me encuentro a mi mujer abierta de patas en la mesa de la cocina mientras mi ex-jefe le estaba comiendo el coño, según ella para intentar que me readmita, pero por la forma de gemir no tenia pinta de que fuera ni la primera ni la doceava vez que lo hacían. Ahora dice que se quiere divorciar y que es mi culpa por no ser lo bastante hombre para mantener la casa en pie. No tengo un puto duro y llevo desde entonces viviendo en el trastero del dueño del bar donde me gasto los cuatro pavos que consigo. Soy patético. Esto es lo mejor que puedo hacer. 

- Tienes razón. Eres patético. Salta ya, joder, y al menos alégrame a mi el día.
- ¡Pero que coño te pasa gilipollas! ¿No se supone que ibas a darme ánimos?

- ¿Ánimos, yo?- Volvió a reír.- Te he dicho que me contaras que coño te pasaba para querer saltar, y lo único que he visto es que no tienes pelotas.

- ¿Pelotas? ¿Que coño quieres que haga?

Sam apuro lo que quedaba de Red Bull, aplasto la lata con la mano y la arrojo puente abajo. Steve vio como el refresco vacío desaparecía entre la niebla y empezó a plantearse ciertas cosas.

- Tal como yo lo veo, podías haber cogido una puta silla de tu cocina y estamparla contra el cráneo de tu jodido jefe, haberle quitado la cartera mientras la zorra de tu mujer se quedaba con cara de subnormal mientras, porque no, le cogías también las llaves del coche y lo estrellabas en cualquier esquina, todo eso si es que no te cargabas a ese cerdo. Luego podías haberle pegado fuego a tu trabajo. Total, si te cogen ¿que van a hacer? ¿meterte en la cárcel? Seguro que comes mejor que en el cuchitril que te has buscado. Pero claro, piensas como un jodido perdedor. Por mi parte, puedes saltar si quieres.- Saco un paquete de regaliz rojo del bolsillo de la guerrera.- ¿Te apetece uno?

- Joder, Sam...tal vez...tal vez tengas razón.

- Pues claro que tengo razón, siempre tengo la puta razón, sobre todo en estos casos. ¿Vas a hacer algo o voy a quedarme viendo tu cara de gilipollas aquí plantado todo el día? No se, salta, ve a por tu jefe...¡Algo!.
Steve volvió a cruzar la barandilla, esta vez a la seguridad del puente.

- Dios mio Sam, has sido mi condenado Clarence de aquella película en blanco y negro.

- Eh, eh, eh. Nada de compararme con ese ángel bueno para nada y nada de mencionar al gran jefe.

- ¿Que demonios dices?.- Steve empezó a reír y le estrecho la mano a Sam. - Has salvado mi vida. Tienes toda la razón. No es mi puta culpa. ¡Que se jodan! ¡Van a acordarse de mi! ¡Joder si se van a acordar!¿Puedo hacer algo por ti, Sam?

- Claro que si Steve, mandales a todos al infierno, derechitos, y no olvides decir que van de mi parte.

- Estas loco chaval, jodidamente loco..pero,¿Quien soy yo para juzgarte? ¡He estado apunto de hacer una locura! No te preocupes que si, sin dudarlo, ese par de hijos de puta va a acabar en el infierno.- Steve, volviendo por donde había venido no paraba de repetir su chabacano mantra.- Joder si van a ir al infierno, al puto infierno. 

Mientras Steve se alejaba, Sam no dejaba de observarle. Sam...le parecía una curioso diminutivo. Mientras esbozaba una sonrisa de oreja a oreja, Sammael desplegó sus alas del color de la ceniza. Sus ojos brillaron con un negro azabache de intensidad sobrenatural a través de la demoníaca niebla. Le encantaba salir de caza a por almas de incautos, pero era muchísimo mas divertido cuando conseguía chollos, y esta vez había logrado un 3x1. Se relajo y se sentó de nuevo en el puente de los suicidas, estaba seguro de que el estúpido de Steve no tardaría en volver. Dos asesinatos que, gracias a un pequeño empujón por su parte, estaba seguro que acabaría cometiendo, era todo lo que necesitaba ese fracasado para terminar de dar el salto. Mientras jugaba con otro regaliz, empezó a canturrear una melodia infantil...

- Ta-a-an malo no seré, cuando actuó con mi buena fe, ta-a-an malo no seré..
...¿tan malo tal vez se me ve?... 

FIN.




domingo, 22 de julio de 2018

GODZILLA, LA CIUDAD EN EL LIMITE DE LA BATALLA: EL NUDO EN LA COLA

ALERTA, EL PRESENTE ARTICULO CONTIENE SPOILERS DE LA PRIMERA PARTE

Dicen las malas lenguas que segundas partes nunca fueron buenas. Pues bien, desde Terminator 2 que no encontraba un ejemplo tan claro de la excepción confirma la regla.

Tras el fallo catastrófico sucedido en los momentos finales de la primera parte, la tripulación de la nave de refugiados se plantea volver a abandonar la órbita de la tierra, pero los Exif se resisten a dar por perdida toda esperanza de encontrar supervivientes y consiguen un plazo de 48 horas para que, si los hubiera, den señales de vida.


Y parecen tener razon, ya que nuestros protagonistas y gran parte de su equipo fueron rescatados por el misterioso pueblo Houtua, que parecen descender de los humanos que habitaban el planeta hace 20.000 años, pero ¿Hay algo extraño? ¿Quien es ese dios al que adoran y a que se refieren con un extraño huevo del que hablan?

Haruo y los supervivientes se plantean también la evacuación, hasta que los Bilusaludos, otra de las razas aliadas con los humanos en su lucha contra Godzilla, encuentran un faro de esperanza, una fuente del llamado nanometal, cuyo secreto puede ser el único modo de acabar con el destructor y actual gobernante del planeta.



Este material parece provenir del MechaGodzilla, el arma definitiva que crearon los Bilusaludos para acabar con la bestia hace ya tanto tiempo, pero parece que, por algun motivo, el pueblo Houtua desconfia de su uso, desconfianza que comparte Metphies, el amigo de nuestro protagonista.





Esta segunda parte nos da mas de lo de mismo que su predecesora, pero cuando digo mas me refiero a muchisimo mas. Mas acción, mas misterio, mas mechas (mucha atencion a los "Buitres", de estilo muy similar a los famosos Gundam) y empiezan a enlazar esta trilogía con elementos clásicos de la franquicia del lagarto gigante que, si sois conocedores del material clásico, iréis reconociendo, no guiños sino, probablemente, sorbitos de lo que esta por llegar. Y si no es el caso, no os preocupeis, pues estoy seguro que os creara una sensacion de impaciencia en las tripas mas que interesante. Especial antencion a todo lo relacionado con el pueblo Houtua.

Es de destacar al elemento principal que hila los acontecimientos de esta historia, el propio Godzilla. El rey de los monstruos nunca había sido tan digno de su corona, siendo practicamente el triple de grande que sus versiones anteriores de mayor tamaño. No nos extraña el miedo que despierta en la mayor parte de los personajes e incluso la admiracion que despierta en otros.


Si esta saga despertó en mi recelos en su primera parte, con esta segunda entrega va ganando enteros a cada minuto que pasa. Mis disculpas a Gen Urobuchi, su guionista, pues esta condensando a la perfección todo el universo de este singular personaje que nunca nos deja del todo claro si es un monstruo o la solución al problema de la Tierra. Vuelvo a dirigirme a los fans del genero Kaiju cuando os digo que la ultima palabra que articula Metphies en la escena post-creditos os dejara los pelos de punta y no os dejara dormir hasta el lanzamiento de la tercera y ultima parte de esta saga cuya calidad sube en picado hasta el cielo. En noviembre de este año veremos si el monstruo verde merece nuestro desprecio o nuestra gratitud.

Tema de regalo. Feel Invincible de Skillet




sábado, 21 de julio de 2018

GODZILLA, PLANETA DE MONSTRUOS: ¿DONDE VAS, PIL PIL?

Acaban de estrenar en Netflix el filme de animación Godzilla, la ciudad al filo de la batalla y, aunque también tengo intención de hacer reseña, empecemos con la primera parte de lo que sera una trilogía de películas sobre el famoso monstruo.


Comenzare por comentar que el lagarto de proporciones gargantuescas es una de mis frikadas principales y lo llevo siguiendo años y años, hasta el punto de tener todas sus películas publicadas en nuestro país en DVD y de tener un pequeño recuerdo del país del sol naciente que me trajo un buen amigo. Desde aquí, gracias Alain.






El planteamiento de este anime es sencillo pero innovador. Al contrario que lo que sucede en la mayor parte de la franquicia, la humanidad no fue capaz de detener a Godzilla y, con la ayuda de una raza alienigena, los Exif, logran evacuar a los supervivientes e intentan  localizar otro planeta para vivir.



Esta solución no es del agrado de nuestro protagonista, Haruo Sakaki, que se encabezona en una búsqueda de venganza y emprende una cruzada para recuperar el planeta tierra de manos de los monstruos que los expulsaron y que, dicho sea de paso, acabaron con su familia.




Para ello contara con la ayuda de su amigo Metphies, un sacerdote de la raza de los Exif que lograra convencer al consejo acargo de la nave de refugiados que deben volver a la tierra e intentar nuevas tacticas para acabar con el que él conoce como "El destructor".




Esta trilogía cuenta con dos grandes bazas a su favor: La temática Kaiju, que parece haberse revitalizado en los últimos años y la inclusión de tecnología avanzada, como la de los power suits que utiliza el ejercito de los humanoides. Esta claro que las películas de Pacific Rim han tenido cierta influencia en esta saga original de Netflix.




Tenemos, en esta primera entrega, dos partes bien diferenciadas. La primera, muy propia del genero, esta repleta de conversaciones entre diversos personajes donde podemos, no ver, pero si intuir objetivos e intereses de algunos de los miembros de la tripulación de la nave de refugiados. He de decir que algunas de las cosas que aquí se comentan me chirrían un poco, pero si haces un ejercicio de fe no afectan al disfrute del producto.

la segunda parte, concentrada en el ultimo tercio de la 01:28 de duración de este filme, es la batalla en si misma. Una muy buena animación y un desarrollo fluido y mas occidental de la acción son sin duda sus puntos fuertes. No esperéis los típicos excesos del anime con largas proclamas del golpe o la técnica a utilizar para solo pulsar un botón. Eso sobra, siempre ha sobrado y aquí, gracias a los dioses, brilla por su ausencia.


Godzilla, planeta de monstruos es, en definitiva una película del genero Kaiju con tintes de ciencia ficción muy entretenida, con muy buena animación que peca de un guión donde algunas cosillas te chocan por su escasa coherencia y falta de explicacion que, espero, soluciones en las siguientes entregas, pero que en absoluto afectan a su visionado. Para amantes del genero.


¡AH! ¡Y atentos a la escena post-creditos!