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Je suis enchanté, que gusto verte, pasa y quedate....
Así comienza el musical Cabaret, creo que a día de hoy famoso en el mundo entero. Escribo estas lineas justo recién llegado a mi casa tras ver este espectáculo por segunda vez en diez años. Lo reconozco, me fascinan los musicales.
Musical que se estreno el 20 de noviembre de 1966 en Brodway y que ahora cumple 50 años, esta obra maestra del genero nos traslada al Berlin de los años 30 donde Cliff, un escritor americano que busca inspiración para su obra, entabla amistad con Ernst Ludwig, un amistoso alemán que parece andar metido en algún tipo de trapicheos. La misma noche en la que Cliff llega a Berlin, Ernst le invita al Kit Kat Club, famoso local donde comienza una tormentosa historia de amor con la estrella principal, Sally Bowles. Todo esto narrado y conducido por un loco maestro de ceremonias conocido como EMCEE.
Durante toda la obra, la historia se entremezcla con números de, valga la redundancia, cabaret, muy pícaros, alegres y divertidos. Aun asi no debemos olvidar lo que ocurrio en Alemania en los años 30, pues la nota amarga la pone la sutil presencia y ascenso del partido Nazi.
Aqui, en Bilbao hemos podido disfrutar de los artistas Maria Adamuz como Sally, Armando Pita como EMCEE y Alejandro Tous como Clifford. No puedo hacer otra cosa que recomendarlo pues me parece un indispensable en el historial cultural de alguien que ame la música y el teatro. Y creedme, lo he podido disfrutar muy de cerca.
No quisiera despedirme sin incidir en algo que dice el maestro de ceremonias al principio de la obra. "Dejad vuestros problemas afuera." Cuando acaba la función es imposible no reflexionar sobre todo lo que estamos viviendo y como podrían torcerse las cosas a peor, y de como podemos evitarlo. Pero...Olvidarse. Aquí la vida es divina, las chicas son divinas y hasta la orquesta es divina.
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