John Wick se ha convertido por derecho propio en una saga de culto y un clásico moderno del cine de acción puro y duro. La salida al mercado domestico de su segunda entrega solo nos deja con ganas del estreno de la tercera parte, la cual estamos deseando ver, pero ¿Que nos ofrece esta segunda parte?
La acción en este filme se ve aumentada en un 50%, que es lo que gana en duración esta cinta. Y son ostias y tiros de los buenos, de los de antes. El equipo de la película logra unas escenas perfectamente creíbles y a la vez impactantes, dignas de un shooter en tercera persona. Si os gustaba la escena del pasillo de Daredevil aquí tenéis unas cuantas para relameros.
Tenemos también no a una, si no a dos nemesis de altura para nuestro protagonista. El rapero y actor Common y la DJ Ruby Rose nos ofrecen un concierto cañero de percusión y viento a base de golpes, disparos y algún que otro duelo a navaja. Esta vez el bueno de Johnny no lo tendrá tan fácil.
Menos mal que nuestro anti-heroe tendrá de su lado, al menos por el momento, al bueno de Winston, gerente del Hotel Continental e interpretado por, el que parece, omnipresente Ian McShane. Todo un mentor de lujo para el asesino jubilado.
Y como parece que es imposible olvidarnos de que el bueno de Keanu lo peto en el cambio de siglo con la trilogía de Matrix, tenemos reencuentro con el bueno de Lawrence Fishburne. Las comparaciones con Neo y Morfeo no van a poder evitar rondar por nuestra mente.
Y es que el escritor Derek Kolstad y el director Chad Stahelski nos han traído, no solo una saga de acción o un personaje memorable. Estamos ante un universo de ficción por derecho propio donde mafiosos y asesinos se rigen por estrictas normas de conducta y protocolo completamente maquiavélicas, en el sentido mas puro de la palabra.
Una sociedad con su propio sistema monetario y su propio comercio, de gustos refinados y modales dignos la nobleza inglesa, donde la palabra dada vale mas que tu propia vida y donde cualquiera respaldaría a alguien honesto por muchos cadáveres que tenga a la espalda. Los ladrones somos gente honrada, suelen decir.
Hay que tener en cuenta que todo en esta película es mas grande. Dejamos las calles de Estados Unidos para trasladarnos a los mejores museos y mas elegantes villas de Roma. En este filme veremos hasta donde llega el entramado criminal de este peculiar universo de ficción.
Ya solo nos queda esperar al desenlace de esta saga donde Keanu Reeves solo persigue el sueño de todo trabajador, jubilarse y pasear con su perro y con su coche, olvidarse de sus antiguos jefes y compañeros de trabajo y, quien sabe, quizás dar de comer a las palomas los viernes por la tarde.
Suerte señor Wick, la clase trabajadora esta con usted.
No hay comentarios:
Publicar un comentario